domingo, 23 de diciembre de 2012

REFLEXIÓN 3; Literatura española y educación literaria.

REFLEXIÓN 3. LITERATURA ESPAÑOLA Y EDUCACIÓN LITERARIA.

La educación, una vez más, es uno de los mayores retos que tenemos hoy en día. Se habla mucho de ella, hay debates, miles de reflexiones, se recapacita y se madura. Pero mi sensación, es que se avanza bastante poco. Tengo la sensación de estar estancados, tenemos muchos puntos de referencia, ideas y planes, pero hay siempre barreras que por un lado o por otro impiden que estas se lleven a cabo. 

Ahora que en las prácticas he tenido la oportunidad de tratar con varios profesores, de pensamientos distintos y con opiniones diferentes, he debatido y reflexionado con ellos, y la mayoría coinciden en algo; y es que hay un porcentaje muy alto de escuelas en las que los profesores, que son las personas que mejor conocen a sus alumnos y deben decidir la manera en la que se lleva la clase y el ritmo que necesita, se ven coartados de libertad para ejercer su profesión como les gustaría con normas y reglas que tienen que asumir sin remedio, a veces bastante inútiles.

En este bloque, comenzamos con una visión general de la historia de la literatura. Algo que desde hace años, se repite una y otra vez en el colegio y que casualmente en la gran mayoría de los que estábamos en clase no estaba interiorizado. Siempre suenan los nombres, los autores, los títulos, pero verdaderamente creo que, ninguno supo ubicar cada obra en su momento histórico correspondiente. No hay duda de que no se trabaja bien, hay algo que falla y esto es algo que debe preocuparnos y hacernos pensar.

Este tema ha sido más cortito que los anteriores, pero podría decir que es el que más me ha enseñado para aplicar directamente a la práctica. 

A la hora de hacer esa visión general de la historia de la literatura, vimos etapa por etapa destacando que autores es importante reconocer en cada uno de estos momentos históricos. Vimos que es lo que un niño de primaria debe saber realmente según el currículo, algo que muchas veces no concuerda con lo que se ve en las aulas. Y sobre todo y lo más importante, la forma de dar esta parte del temario. Esto es justo en lo que debemos de pararnos y pensar. Tal y como nos lo han explicado a nosotros no ha funcionado, así que no repitamos. Investiguemos y probemos, innovemos y tratemos de que verdaderamente lo que les contamos a nuestros alumnos permanezca y tenga un valor para ellos. 

En las prácticas, he tenido mucha suerte con la tutora que he tenido. Es una mujer con mucha experiencia, en mundos muy diferentes, y entregada plenamente a la educación. He podido aprender mucho de ella, y si algo he aprendido es a no cometer nunca el riesgo de dejar las cosas carentes de sentido. Y este es el problema fundamental; las cosas no deben de ser estudiadas con la finalidad de aprobar un examen y nada más, puesto que a la semana siguiente, sino al día siguiente todo va a desaparecer de tu cabeza. Ahora me centro en la literatura, pero esto debería de aplicarse a cualquier cosa que hagamos con ellos y que expliquemos. A cada cosa que trabajemos deberíamos de otorgarle un valor, cada cosa que hagamos con ellos tiene que tener un sentido. Sino, caeremos en ese error tan grave de hacer cosas por hacer, esto que se ve tan a menudo en las aulas y que es tan peligroso. 

A la hora de ver que contenidos debe saber un niño de primaria, nos dimos cuenta de que la historia de la literatura española no es un contenido que los niños de 6 a 12 años deban conocer. Y me parece lógico. El currículo dice que en esta etapa se trata de que consigamos crear en los alumnos el gusto por leer y les animemos a ello, que los niños disfruten con la lectura.
Igualmente, me parece fenomenal, a modo de ampliación, trabajar con ellos, parte de esta historia de la literatura a través de algunos autores, con recursos como las semanas culturales que tanto hemos trabajado en este bloque. 

Realizar una semana cultural requiere su trabajo, es algo en lo que eso de “no cometer el riesgo de dejar las cosas carentes de sentido” debe de estar muy presente. Se pueden hacer juegos, búsquedas del tesoro, y miles de actividades divertidas pero siempre con un sentido pedagógico.
En mis prácticas, he podido ver que este tipo de iniciativas, al menos en mi colegio, no se dan. Algunos de los profesores con los que he hablado lo proponen, pero por unas cosas o por otras; falta de tiempo, de comunicación con los coordinadores etc., no se llevan a la práctica. De hecho, me fije y ni siquiera en su biblioteca de clase, tienen ningún libro infantil sobre algún autor de la historia de la literatura española. Y es algo que me parecería interesante trabajar con ellos. Tenemos millones de recursos para trabajar en las aulas estos aspectos de una forma divertida de la que podemos sacar bastante provecho. Debemos de crearles interés por nuestra cultura. Esto es algo que no debemos olvidar, nuestra finalidad con estas semanas culturales es crear interés y curiosidad en los niños.

En definitiva, este bloque me ha servido para refrescar mucho de la historia de la literatura que tenia olvidado, para ver realmente que es lo que los niños deben saber en primaria y tener ya ideas de cómo quiero trabajar ciertas cosas en clase, para darme cuenta de lo que realmente son las semanas culturales y otorgarles la importancia que tienen. Y sobre todo, enfocado a mis practicas, ese lema que nunca quiero que desaparezca de mi cabeza; “No cometer el gran riesgo de dejar las cosas carentes de sentido”.

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