REFLEXIÓN 2.
TEXTOS FOLCLÓRICOS.
Podría decir
que este es uno de los temas que más me ha sorprendido, bien por mi desconocimiento
acerca de tantas cosas relativas al folclore o bien por la manera en la que me
ha acercado a mi infancia; los cuentos de por las noches, las canciones y
juegos en los recreos, las mañanas con los famosos teatrillos en el retiro etc.
Comenzamos
viendo la diferencia entre el folclore literario y la literatura folclórica. El
Folklore
literario es aquel
que nace de autores anónimos y generalmente no cultos, pero que conoce y
difunde las coplas por haberlas recibido en forma tradicional, como por ejemplo;
Coplas populares, leyendas tradicionales, relatos, relaciones y sucedidos); por
el contrario la Literatura folklórica, es aquella realizada por
escritores cultos que representan situaciones de índole folklórica, como por
ejemplos; Don Segundo Sombra, Martín Fierro, Santos Vega, etc.
En clase
hemos contado cuentos, mencionado autores como Perrault, Hermanos Grimm, Andersen y otros. Y no hemos olvidado por
supuesto la poesía ni el teatro folclórico; las canciones y juegos con las que
hemos disfrutado y en cuanto al teatro los maravillosos títeres de cachiporra. Además de esto, aprender a hacer
adaptaciones es una de las cosas con las que más me quedo de este tema. Me
parece algo fundamental para un maestro, y precisamente es una de esas partes
que desconocía. Nunca me había parado a pensar como se hacía una adaptación, ni
si quiera distinguía que textos estaban adaptados y cuáles no.
Desde mi
punto de vista, y lo he confirmado en mis practicas estamos en un momento en el
que las estructuras tradicionales van desintegrándose poco a poco. Veo un
cambio bastante grande entre mi generación y los niños de ahora, y
verdaderamente tampoco ha pasado tanto tiempo entre una generación y otra. Es
la sociedad de ahora, los niños cambian salir al parque y relacionarse con
otros por ver la tele y estar en el ordenador, en los recreos van
desapareciendo juegos típicos como; “palmas palmitas”, la comba, los cuentos de
nunca acabar, refranes, adivinanzas, etc.
Creo
sinceramente que hay que tratar de revitalizar todo esto, para poder entregar a
los que nos siguen, nuestros alumnos entre otros, algo de verdadero valor. Desde
luego, mucho más que los juegos electrónicos por los que los estamos sustituyendo.
Como he dicho, cada vez se está perdiendo más la idea de tradición y muchas veces nos olvidamos de aquellas líricas, cuentos, refranes, adivinanzas que nos contaban nuestros abuelos. Esto está directamente relacionado con la poderosa época de los medios de comunicación en la que nos encontramos.
Llegados a
este punto debemos de buscar soluciones. Sinceramente pienso que, quien mejor
que el niño para conservar estas tradiciones de generación en generación. Desde
los primeros meses de vida con; palmas palmitas, cinco lobitos etc., cuya principal
función es entretener y divertir al niño. Hasta años más tarde, con juegos más
acordes a su edad; el juego de “el rey” para ellos, el de “las mamás” para
ellas, o el de “el pilla pilla” para ambos sexos. Y ya hacia la adolescencia,
el folklore infantil trae juegos para que el niño pierda la timidez y se
acerque más al sexo contrario. Es el caso de las canciones de corro como “el
conejo de la suerte” o el juego “beso, atrevimiento o verdad”
Des este
modo, debemos de conseguir que esto no se pierda. Y como he dicho, aquellos en
contacto con los niños, son quienes más deben de trabajar en ello. Si la
escuela es el lugar donde el niño debe aprender a conocerse a sí mismo y a su
entorno, es el mejor lugar donde se le puede enseñar a revalorizar las
manifestaciones folklóricas de nuestros antepasados, un tesoro que muchas veces
puede suponer la iniciación del niño en la literatura a través de romances,
cuentos tradicionales, leyendas locales, nanas.. Dichas manifestaciones
folklóricas pueden enseñarse desde varias perspectivas. Para resolver
dificultades de expresión oral a través de la repetición de trabalenguas o
ejercicios de elocución de romances; y para resolver dificultades de expresión
escrita a través del estudio de estructuras sintácticas.
Poco a poco
voy formando mis ideas, mis prioridades y voy dándole especial importancia a según
qué cosas. Y desde luego, esto es algo que mis alumnos no se van a perder.
Perfecto.
ResponderEliminar